Buenos Aires, 9 Jun. 12 (AICA)
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| Bergoglio durante la misa del Corpus Christi |
“En esta sociedad de tantos lugares cerrados, de tantos cotos de poder, de sitios exclusivos y excluyentes, queremos preparar para el Señor una ‘sala grande’ como esta Plaza, grande como nuestra Ciudad, como nuestra Patria y como el mundo entero, en la que haya lugar para todos”, subrayó.
Ante la multitud que se congregó en el histórico paseo público porteño, el purpurado porteño llamó a “abrazar la Patria entera con nuestra fe y nuestra esperanza”, y a pedir a Dios que el país se transforme “en un lugar donde todos estamos invitados a participar, todos podemos compartir y dar lo mejor de nosotros mismos para bien común de todos, especialmente para los más frágiles y desamparados”.
Al concluir la ceremonia concelebrada por los obispos auxiliares porteños y numerosos sacerdotes, el cardenal Bergoglio renovó la consagración de la ciudad y de la arquidiócesis a Nuestra Señora de Luján, para luego encabezar la procesión tradicional con el Santísimo Sacramento alrededor de la Plaza de Mayo.
La sagrada forma fue llevada en una custodio, seguida por el primado, los demás prelados, sacerdotes, la Archicofradía del Santísimo Sacramento, los abanderados de los colegios católicos, los seminaristas, los jóvenes y el resto de la feligresía presente.
La pública expresión de fe, que este año llevó por lema la frase evangélica "Pan de la unidad, pan para la misión", culminó con la multitud entonando el Himno Nacional Argentino y el cardenal Bergoglio impartiendo la bendición eucarística.
Advertencia a los jóvenes La expresión de fe pública de los porteños comenzó por la mañana con una marcha juvenil por la ciudad que convergió en plaza Miserere, en el barrio de Once, y desde donde siguió en una columna hasta plaza Lorea, frente al Congreso.
Allí, el cardenal Bergoglio exhortó a los jóvenes a “no creerles a los mercaderes de la muerte, si quieren drogas que la tomen ellos”.
El primado también rechazó la posición de los legisladores que debaten el proyecto para despenalizar la tenencia de drogas para consumo personal al pedirles que “no le tengan miedo a los mercaderes de la muerte que acá, muy cerquita, están pensando cómo hacer que a muerte llegue de una manera razonable”.
“Son los señores de la razonabilidad. Todo es razonable y Jesús es el Señor de la locura. Y los quiere locos por la vida. Y los quiere locos para que den vida a los demás, para que sean fecundos. Para que no terminen estrolados en una casa de salud”, sostuvo.
El arzobispo porteño instó a los jóvenes a no dejarse engañar por quienes “les digan: ‘llevala en el bolsillo’, total ahora se puede, lo que no se puede es venderla”.
“La podés tener en el bolsillo y te la traen los ángeles del cielo”, ironizó.+Texto completo de la homilía (pdf)
