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El Papa saludo a los fieles en la Plaza San Pedro antes de emitir su mensaje |
El Papa pidió también el fin de la violencia en Siria, “donde ya se ha derramado tanta sangre” y lanzó un nuevo llamado a la “solidaridad” con los pueblos del Cuerno de África.
“Dirijámonos en esta Navidad 2011 al Niño de Belén, al Hijo de la Virgen María, y digamos: ‘Ven a salvarnos’. Lo reiteramos, unidos espiritualmente con tantas personas que viven situaciones difíciles, y haciéndonos voz de los que no tienen voz”, aseguró.
“Invoquemos juntos el auxilio divino para los pueblos del Cuerno de África, que sufren a causa del hambre y la carestía, a veces agravada por un persistente estado de inseguridad. Que la comunidad internacional no haga faltar su ayuda a los muchos prófugos de esta región, duramente probados en su dignidad”, afirmó.
El Pontífice también imploró a Dios “que dé un renovado vigor a la construcción del bien común en todos los sectores de la sociedad en los países del norte de África y Oriente Medio”.
“Que el nacimiento del Redentor asegure estabilidad política en los países de la región africana de los Grandes Lagos y fortalezca el compromiso de los habitantes de Sudán del Sur para proteger los derechos de todos los ciudadanos”, afirmó el Papa.
El pontífice instó a “todos los sectores de la sociedad en los países” árabes, sacudidos por cambios sociales y políticos, a participar en la “construcción del bien común”.
“Que El, que es el Príncipe de la Paz, conceda la paz y la estabilidad a la Tierra en la que ha decidido entrar en el mundo, alentando a la reanudación del diálogo entre israelíes y palestinos. Que haga cesar la violencia en Siria, donde ya se ha derramado tanta sangre. Que favorezca la plena reconciliación y la estabilidad en Irak y Afganistán”, dijo Benedicto XVI.
El Papa no habló de América Latina, región del mundo que cuenta con el mayor número de católicos. Sí se refirió a Asia. “Que el nacimiento del Salvador afiance las perspectivas de diálogo y la colaboración” en Birmania, dijo.
“Que el Señor conceda consuelo a la población del sureste asiático, especialmente de Tailandia y Filipinas, que se encuentran aún en grave situación de dificultad a causa de las recientes inundaciones”, agregó.