Día de la Vida Consagrada |
La celebración de la Eucaristía tendrá lugar en la iglesia catedral metropolitana (avenida Rivadavia y San Martín) el jueves 8 de septiembre próximo a las 19.
“Con alegría los quiero invitar -dice la carta del cardenal Bergoglio enviada a los consagrados y consagradas de la arquidiócesis- a participar de la Eucaristía para celebrar juntos el don de la vida consagrada, para encontrarlos y expresarles mi cercanía y gratitud por lo que son y por lo que hacen en nuestra Arquidiócesis”.
“La profesión de los consejos evangélicos -añade- es signo y profecía para todos los creyentes y para nuestra sociedad contemporánea. Este testimonio está vinculado tanto a su dimensión activa como contemplativa. A ustedes se les concedió manifestar la primacía de Dios, la pasión del Evangelio practicado como forma de vida y anunciado a los pobres y a los despreciados. La verdadera profecía nace de Dios, de la amistad con él, de la escucha atenta de su Palabra en las diversas circunstancias de la historia. De este modo la vida consagrada, en su vivencia diaria por los caminos de la humanidad, manifiesta y testimonia el Evangelio y el Reino ya presente y operante”.
“Ustedes ‘discípulos-misioneros’ -dice el purpurado al término de su carta- son el signo visible de la búsqueda del rostro del Señor y de los caminos que llevan hasta Él, testimonian el compromiso gozoso a la vez que arduo de la búsqueda constante y sabia de la voluntad del Padre. Les pido que escuchen atenta y asiduamente la Palabra, porque toda sabiduría nace de ella. La misma consagración nace de la escucha del Evangelio, él es su norma de vida. De allí brotó cada carisma y de él quiere ser expresión cada regla, dando origen a itinerarios de vida cristiana marcados por la radicalidad evangélica”.