lunes, 27 de junio de 2011

Triduo al Sagrado Corazón de Jesús


Primer día


Acto de Contrición:Señor mío Jesucristo, Dios y hombre verdadero, Creador, Padre y Redentor mío; por ser Tú quien eres, Bondad infinita, y porque te amo sobre todas las cosas, me pesa de todo corazón haberte ofendido;también me pesa porque puedes castigarme con las penas del infierno. Ayudado de tu divina Gracia, propongo firmemente nunca más pecar, confesarme y cumplir la penitencia que me fuese impuesta.

Oración del día: ¡Oh Corazón amantísimo de Jesús!, coronado por la Santa Cruz, árbol frondoso que se nutre con tu Sangre Preciosísima!; en unión de todos los Santos y almas fervorosas que en todos los tiempos y lugares te han amado, te adoro, te amo con todo mi corazón; y para darte una prueba más patente de mi afecto, renuevo y te ofrezco las promesas que hice en el santo Bautismo, prefiriendo tu gracia y tu amor a todas las riquezas de la tierra. Dame, en cambio, Señor, los verdaderos tesoros y riquezas celestiales, que son las virtudes de tu divino Corazón que, como flores olorosas brotan al pie de tu Cruz, rociadas y regadas con tu preciosa Sangre.   Amén.
  • Un Padrenuestro. Un Avemaría. Un Gloria.
Oración Final: ¡Oh Dios!, protector de cuantos en Ti confían, sin cuyo poder nada hay fuerte, nada hay santo; aumenta en nosotros tus misericordias, para que, siendo Tú quien nos dirijas y nos guíes de tal manera pasemos por las cosas temporales, que no perdamos las eternas. Te lo pedimos por el Corazón de tu Santísimo Hijo Jesús. Amén.

Segundo día

Acto de Contrición: Señor mío Jesucristo, Dios y hombre verdadero, Creador, Padre y Redentor mío; por ser Tú quien eres, Bondad infinita, y porque te amo sobre todas las cosas, me pesa de todo corazón haberte ofendido; también me pesa porque puedes castigarme con las penas del infierno. Ayudado de tu divina Gracia, propongo firmemente nunca más pecar, confesarme y cumplir la penitencia que me fuese impuesta.

Oración del día: ¡Oh, Corazón dulcísimo de Jesús!, ceñido de punzantes espinas, símbolo expresivo de nuestras ingratitudes, que te lastiman y de nuestros pecados, que te despedazan, en unión de todos los Espíritus Angélicos, que sin cesar te alaban y se abrazan en tu amor, te adoro, te amo sobre todas las cosas; y en t estimonio de este amor, te ofrezco el propósito que te hago de aborrecer todo pecado. Renuncio de una manera particular a laos placeres del sentido, para gozar del dulcísimo placer de amar tu infinita bondad; concédeme, el espíritu de mortificación y apartamiento del mundo, para poder un día formar parte del coro virginal que te seguirá y como corona te rodeará eternamente. Amén.
  • Un Padre nuestro. Un Avemaría. Un Gloria.
Oración Final: ¡Oh Dios!, protector de cuantos en Ti confían, sin cuyo poder nada hay fuerte, nada hay santo; aumenta en nosotros tus misericordias, para que, siendo Tú quien nos dirijas y nos guíes de tal manera pasemos por las cosas temporales, que no perdamos las eternas. Te lo pedimos por el Corazón de tu Santísimo Hijo Jesús. Amén.

Tercer día

Acto de Contrición: Señor mío Jesucristo, Dios y hombre verdadero, Creador, Padre y Redentor mío; por ser Tú quien eres, Bondad infinita, y porque te amo sobre todas las cosas, me pesa de todo corazón haberte ofendido; también me pesa porque puedes castigarme con las penas del infierno. Ayudado de tu divina Gracia, propongo firmemente nunca más pecar, confesarme y cumplir la penitencia que me fuese impuesta.
Oración del día: ¡Oh, Corazón Sacratísimo de Jesús!, rasgado por el hierro de la lanza, como puerta abierta del Paraíso cuya entrada nos franquean los méritos de tu Pasión santísima!; en unión del Corazón Inmaculado de tu Madre, que te ha amado más que todos los Angeles y hombres, te adoro, te amo cuanto me es posible por las soberanas perfecciones que te adornan; y para hacer más eficaz mi amor, te ofrezco la promesa que e hago de propagar cuanto me sea posible el reinado de tu Divino Corazón y la obediencia a tu santa Iglesia y a sus representantes. Dame, Señor, por la intercesión del Corazón de tu Madre, que lo es también mía, la perseverancia final en tu gracia y en la fe de la Iglesia Católica, a fin de vivir morir y reinar eternamente en la morada deliciosa de tu dulcísimo Corazón. Amén.
  • Un Padre nuestro. Un Avemaría. Un Gloria.
Oración Final: ¡Oh Dios!, protector de cuantos en Ti confían, sin cuyo poder nada hay fuerte, nada hay santo; aumenta en nosotros tus misericordias, para que, siendo Tú quien nos dirijas y nos guíes de tal manera pasemos por las cosas temporales, que no perdamos las eternas. Te lo pedimos por el Corazón de tu Santísimo Hijo Jesús. Amén.