--Arzobispo Morga: Por desgracia, sucede en algunos países de gran tradición cristiana que se deben suprimir o modificar las parroquias, o incluso cerrar los templos por falta de fieles o sacerdotes. Es una clara señal de la necesidad de la nueva evangelización. La Congregación para el Clero se esfuerza por estudiar con un cuidado diligente si la decisión tomada por el obispo ha seguido las reglas establecidas por el derecho canónico y si responde a motivos serios, especialmente cuando la decisión es sobre una iglesia que no se podrá utilizar nunca más para el culto divino.
jueves, 13 de diciembre de 2012
El evangelio exige coherencia de vida a los presbíteros...
Habla el Secretario de la Congregación para el Clero, arzobispo Celso Morga
Por José Antonio Varela Vidal
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CIUDAD DEL VATICANO, viernes 7 diciembre 2012 (ZENIT.org).-
En medio de sus múltiples ocupaciones, encontramos a monseñor Celso
Morga Iruzubieta, secretario de la Congregación para el Clero, quien por
su cargo es el arzobispo titular de Alba marítima.
Ante
el rol fundamental que desarrolla hoy su dicasterio, conversamos con él
sobre los nuevos cambios en relación a los seminarios, así como el
presente y futuro del diaconado permanente a los cincuenta años del
Vaticano II. También fue muy claro sobre las medidas que viene tomando
el santo padre en pos de la fidelidad de los presbíteros y obispos al
ministerio sacerdotal, y de los desafíos del clero ante la nueva
evangelización.
¿En qué está ocupada actualmente la Congregación para el Clero?
--Arzobispo
Morga: Del trabajo ordinario, que no es poco... Además, trabajamos en
la próxima publicación del "Directorio para el ministerio y vida de los
presbíteros", especialmente a la luz de la rica doctrina y experiencia
pastoral sobre el sacerdocio, que el santo padre Benedicto XVI nos ha
ofrecido durante estos años de su pontificado, en particular durante el
Año Sacerdotal.
Recientemente
su dicasterio recibió del santo padre la competencia o rectoría sobre
los seminarios en el mundo... ¿Por qué era importante hacerlo y qué
cambios se verán a mediano plazo?
--Arzobispo
Morga: Era importante hacerlo porque, según el numeral 4 del decreto
Optatam Totius del Concilio Vaticano II, y el Código de Derecho Canónico
de 1983, los seminarios entran en el ámbito de la "formación de los
clérigos", que para ser verdadera y eficaz debe unir la formación
permanente con la formación en el seminario, ya que "la formación
permanente de los sacerdotes es una continuación de la del seminario",
como afirma el beato Juan Pablo II en el numeral 71 de la exhortación
apostólica Pastores Dabo Vobis, de 25 de marzo de 1992.
Cuando
sea efectiva esta nueva competencia, se hará un estudio a fondo de lo
que la Congregación para la Educación Católica hizo hasta ahora, a fin
de comprender y continuar desde el surco, lo bueno y positivo que se ha
venido haciendo. La línea a seguir por esta Congregación será fortalecer
el vínculo intrínseco que existe entre la formación previa a la
ordenación, con la sucesiva, evitando cualquier tipo de ruptura o
incluso la desigualdad entre estas dos fases de formación, así como en
la promoción de las vocaciones sacerdotales.
Casi
un mes atrás se clausuró el Sínodo de los Obispos aquí en el Vaticano,
con mucho entusiasmo en el porvenir. ¿Cómo se viene delineando el
presbítero que se necesita en la nueva evangelización?
--Arzobispo
Morga: En esta nueva evangelización que la situación actual requiere,
necesitamos presbíteros con una fe total en el evangelio, enamorados de
Cristo, "románticos" por Cristo. El sacerdote puede ser muy feliz --como
lo demuestra una reciente estadística de que muchos sacerdotes lo
son--, siempre que sea un verdadero amigo de Jesús, que lucha cada día
para aumentar esta amistad y la intimidad con Él.
Y
que no solo lo represente en público, sino que lo trate íntimamente;
solo así será un sembrador del evangelio, un hombre convencido de su
gran misión de "anunciar la buena nueva a los pobres, a vendar los
corazones rotos", como se lee en Isaías 61,1. Es llevar a la gente a la
luz de la fe, liberándolos de la pobreza de verdad, que es la verdadera
tristeza y la verdadera pobreza del hombre.
En
los últimos años hemos sido testigos de algunos casos de infidelidad de
presbíteros en varios países... ¿Qué aspecto se debe tener en cuenta
durante la formación para evitar estos abusos en el futuro?
--Arzobispo
Morga: No se pueden hacer experimentos con la formación sacerdotal. El
aspecto que quisiera señalar es que los seminarios deben seguir todas
las normas y criterios establecidos por la Iglesia para la formación
sacerdotal. La Iglesia es experta en humanidad, especialmente cuando
forma a sus ministros.
Seguir
estas normas, estos criterios, poniendo el alma en la misma vida
auténticamente sacerdotal; he aquí la verdadera sabiduría evangélica del
formador de presbíteros, sin querer inventar métodos educativos y
pastorales que no estén avalados por la comunión con la Iglesia
universal y particular.
Por
otro lado, sabemos que el papa viene aplicando medidas efectivas con
los presbíteros u obispos que llevan una doble vida, y esto tranquiliza
mucho a la gente... ¿Se va a proseguir en esta línea de promover la
fidelidad al ministerio?
--Arzobispo
Morga: Sí. El evangelio exige coherencia de vida y el santo padre
quiere, y lo ha manifestado repetidas veces, esta santidad de vida sobre
todo en los ministros consagrados. Está de por medio la credibilidad
del mensaje evangélico y la misma identidad del presbítero como “pastor
que da su vida por las ovejas”, que se lee en Juan 10. La Congregación
para el Clero se esfuerza con todos los medios a su alcance, para llevar
a la vida cotidiana de los presbíteros y diáconos este deseo del santo
padre.
Hay
países donde se toman decisiones de cerrar parroquias por falta de
personal o por la poca asistencia de los fieles; o simplemente por no
exponer al clero a posibles denuncias... ¿Es conveniente dejar así
vacíos los espacios ya ganados?
--Arzobispo Morga: Por desgracia, sucede en algunos países de gran tradición cristiana que se deben suprimir o modificar las parroquias, o incluso cerrar los templos por falta de fieles o sacerdotes. Es una clara señal de la necesidad de la nueva evangelización. La Congregación para el Clero se esfuerza por estudiar con un cuidado diligente si la decisión tomada por el obispo ha seguido las reglas establecidas por el derecho canónico y si responde a motivos serios, especialmente cuando la decisión es sobre una iglesia que no se podrá utilizar nunca más para el culto divino.
--Arzobispo Morga: Por desgracia, sucede en algunos países de gran tradición cristiana que se deben suprimir o modificar las parroquias, o incluso cerrar los templos por falta de fieles o sacerdotes. Es una clara señal de la necesidad de la nueva evangelización. La Congregación para el Clero se esfuerza por estudiar con un cuidado diligente si la decisión tomada por el obispo ha seguido las reglas establecidas por el derecho canónico y si responde a motivos serios, especialmente cuando la decisión es sobre una iglesia que no se podrá utilizar nunca más para el culto divino.
Hay
una figura importante que es el Diaconado permanente, el cual fue
retomado de la tradicion de la Iglesia por el Concilio Vaticano II. A
los 50 años de este acontecimiento, ¿cuál es la evaluacion de su
Dicasterio sobre los pros y los contras de este ministerio consagrado?
--Arzobispo
Morga: La Congregación para el Clero, a propósito del 50 aniversario
del Concilio Vaticano II, viene promoviendo en los ámbitos de su
competencia una investigación sobre el Diaconado permanente. Vamos a
evaluar durante este año las respuestas de los obispos, y así poder
tomar las mejores medidas para la formación y el ministerio de los
diáconos permanentes.
A
la luz de la experiencia del Dicasterio, puedo decir que cuando la
formación y las ordenaciones se hacen siguiendo las indicaciones
establecidas por la Iglesia, el resultado es positivo. Otra cosa es
cuando entran en juego distintas motivaciones de tipo ideológico, que no
son buenos consejeros para tomar decisiones en este campo.
Tenemos
ya un nuevo doctor de la Iglesia Universal, que es san Juan de Ávila,
también patrono del clero español. ¿Cuál es el centro de su mensaje para
los presbiteros de hoy?
--Arzobispo
Morga: San Juan de Ávila es el sacerdote que intentaba describir antes:
enormemente enamorado de Cristo, con fe total en el evangelio y por lo
tanto, lleno de iniciativas y celo apostólico. Un presbítero del
Concilio y del postconcilio de Trento, que bien puede ser un modelo para
el presbítero del Concilio y del postconcilio Vaticano II.
Finalmente, nuestra agencia ZENIT cumple 15 años... ¿Podría darnos un mensaje para los lectores?
--Arzobispo
Morga: ¡Felicidades! Me gustaría enviarles un mensaje de amor a la
Iglesia y de servicio a la nueva evangelización, a través de la
comunicación social. Siempre con un amor auténtico por la verdad en la
información; siempre con la confianza y la esperanza en el hombre
redimido por Cristo y llamado a la dignidad de hijo de Dios y heredero
de la alegría eterna.