Arzobispo de La Plata, Mons. Héctor Aguer. |
“La presentación pública del malhadado protocolo no suscitó mayores reacciones. Pero los médicos tendrían que protestar personal y colegialmente, porque en aquella medida hay una presión indebida del Estado que va contra la naturaleza de la medicina misma y por tanto contra los derechos y deberes de los médicos de servir a la vida”, señaló durante el programa Claves para un Mundo Mejor.
En su alocución del sábado, el Prelado reiteró que el protocolo publicado por el ministerio provincial es “inmoral, ilegítimo, ilegal e inconstitucional”; además de ir contra la conciencia de los médicos amparados por el famoso juramento hipocrático y las declaraciones de la Academia Nacional de Medicina de 1994 y 2010, que protegen la vida humana desde la concepción.
El texto de 1994, indicó, señala que “terminar deliberadamente con una vida humana incipiente es inaceptable. Representa un acto en contra de la vida pues la única misión de cualquier médico es proteger y promover la vida humana, nunca destruirla. Toda legislación que autoriza el aborto es una negación de estos derechos y por lo tanto de la medicina misma”.
“De esta definición se sigue que en la resolución del Ministerio de Salud de la Provincia hay una contradicción con la esencia y la lógica de la medicina”, añadió Mons. Aguer.
El Arzobispo señaló que “si el Estado bonaerense se obliga legalmente a favorecer el aborto y a realizarlo en sus hospitales está obligando a los médicos a ejecutar esa práctica”.
Mons. Aguer dijo que si bien el Protocolo para la Atención Integral de Abortos no Punibles admite la objeción de conciencia, “los médicos tendrían que manifestar la objeción de conciencia al publicarse este protocolo, al conocerse este protocolo o bien cuando entran a prestar su servicio en una unidad hospitalaria”.
Dijo que entonces se compondrá una lista de los médicos objetores que “se convertirá fácilmente en una lista negra. ¿Podrá, por ejemplo, un objetor de conciencia llegar a ser director de un centro médico? Ofrezco una sugerencia razonable: ¿por qué no se hace más bien una lista de médicos dispuestos a practicar abortos?”.
“¿Quién nos asegura que estos médicos que respetan la vida desde la concepción no van a ser discriminados? Porque si este protocolo se ha aprobado en el ámbito de un área de política de género todos sabemos hacia dónde empuja la ideología de género y con qué prepotencia avasalladora intenta imponerse”, señaló.