miércoles, 1 de agosto de 2012

Es dentro del hombre donde se construyen las bases para la paz...

Arzobispo de Santa Fe de la Vera Cruz, Mons. José María Arancedo.

BUENOS AIRES, 01 Ago. 12 / 09:05 am (ACI/EWTN Noticias).- El Arzobispo de Santa Fe de la Vera Cruz (Argentina), Mons. José María Arancedo, afirmó que es dentro del ser humano donde se construyen las bases para alcanzar la paz, ese ideal al que el mundo debe aspirar.

“La paz es un bien al que todos aspiramos como expresión ideal, sin embargo ella necesita de condiciones que la hagan posible, pertenece al ámbito de la cultura y se construye con nuestra libertad, opciones y educación. A la paz hay que crearla y cuidarla”, señaló en su reflexión semanal.

En ese sentido, señaló que la paz no se decreta “ni es consecuencia de nuestro voluntarismo; ella necesita y compromete decisiones que desde diversos ángulos la hagan posible. Esto implica, ante todo, tener ideales y valores claros, pero también estar dispuestos a una renovación sea en lo personal como en lo social”.

El Prelado recordó la preocupación de los pontífices por el logro de paz y que se refleja en las Jornadas de la Paz instituidas por Pablo VI, celebradas el primero de enero de todos los años.

En ese sentido, indicó que la paz no es “un equilibrio de fuerzas”, ni es acomodaticia o superficial como la que esconde rencores y busca pequeños intereses. “El secreto siempre va a pasar por el interior del hombre que es donde se construyen las bases de una sociedad que avance en el camino de la paz”, afirmó.

La paz, señaló, “siempre va a ser un ideal a alcanzar, es cierto, pero aceptemos que estamos lejos y que, por momentos, parece que nos alejamos. Vivimos una realidad de violencia e inseguridad, que es signo de una sociedad enferma”.

Por ello, llamó a “atacar las causas del deterioro humano y social que nos empobrece, y elevar el nivel cultural e inclusivo de la sociedad, tan fragmentada y violenta”.

Mons. Arancedo dijo que pare ello se debe trabajar en las familias, escuelas y trabajos, pues son los lugares propios y de gran potencialidad para la formación y transmisión de valores e ideales, como base de una cultura que permita elevar las condiciones de vida de gran parte de la sociedad.

“Esto nos compromete a todos, pero especialmente a quienes tienen la capacidad y el mandato de generar políticas, a través de las cuales se oriente la inversión y acompañe a estas áreas”, concluyó.