Una sencilla ceremonia con la que inician los actos previstos para la beatificación.
El féretro de Juan Pablo II está compuesto de tres ataudes. Uno de madera, que es el que se vio durante el funeral; otro sellado de plomo y un tercero de madera, que es el que ahora se ve.
Al final, ha sido cubierto con una solemne tela blanca y dorada y colocado ante la tumba de San Pedro. Allí estará hasta el inicio de la ceremonia de beatificación.
La losa que hasta ahora cubría la tumba será regalada a la nueva iglesia dedicada al beato Juan Pablo II que se está construyendo en Cracovia, la ciudad de Karol Wojtyla.